No soy una persona perfecta;
y no me arrepiento de casi ninguna de mis decisiones.
Pero ahora empiezo aprender, y no quería hacerte daño.
Perdón por haberte hecho daño;
ahora tendré que vivir con ese peso en la consciencia.
Y todo el dolor que te hago sentir,
me gustaría poder quitártelo de encima;
y ser la que te saque una sonrisa.
Por eso, antes de irme,
quiero que sepas
que he encontrado una razón
para cambiar quien solía ser y empezar de nuevo;
para mostrar un lado de mí que no conocías;
para hacer todo lo que hago...
Esa razón eres tú.