jueves, 28 de marzo de 2013

Doble L: Levantate y lucha

Hay días en los que desearía no haberte preguntado jamas quien te gustaba. Ni haberte dicho que tu a mi me encantabas.
Si esa noche no te lo hubiera preguntado, puede que ahora estuviéramos hablando, o puede que no lo estuviéramos haciendo. Nadie lo sabe. Puede que las ganas de hablar contigo me comieran por dentro,  o puede que estuviera tan tranquila, pensando en otra persona. No se puede comprobar.
Hay días que desapareces de mi vida, como si nunca hubieras saludado tan enigmáticamente esa vez. Ahora seguramente no estaría escribiendo esto. Puede que ni me hubiera fijado en ti, o puede que si, y no te hablara. Todo podía haber sido.
Pero en esos casos, no me hubiera provocado tanto dolor.
Yo recibo mejor los golpes sin querer, estoy preparada, y no me hacen tanto daño. Pero nunca se me a dado bien recibir los puñetazos después de un abrazo; nunca. Así que no te extrañe que caiga rendida y sin ganas de levantarme a luchar.
Tampoco se me da bien luchar contra una persona a la que he apreciado tanto, así que bajaré los puños y me dejare pegar, y vencer.
En estos combates siempre pierdo.


Pero estoy cansada.
Cansada de que tu, haciendo trampas, me hayas podido machacar, y ahora vengas con una mano en la espalda escondiendo algo, y con la otra tendida para "ayudarme".

No, gracias. He aprendido a levantarme sola.

sábado, 23 de marzo de 2013

Monstruos


Miedo... Miedo a los sentimientos; miedo a las personas; miedo a lo que esconden las palabras, y a lo que esconde la oscuridad; miedo a perderlo; miedo a quedarme con nada.
Se que no puedo huir siempre, pero también se que podría aguantar muchísimo corriendo.
Cada día me encuentro con ese miedo; esa necesidad de huir de un lugar donde lo único que hacen es encerrarte en diferentes lugares de la mente.
Si no les gusta cualquier detalle de ti, te hacen encerrarte en las tinieblas de tu mente.
Pero lo peor, es que esos monstruos también se esconden en ti. Te oprimen los pulmones para asustarte y te estrujan las cuerdas vocales para que no opines; se esconden en tus ojos para que no te puedas ver; se esconden en tus orejas para que no pueda oír a la gente de verdad. Te ahogan el corazón para que solo sientas dolor.



De pequeña me escondía de los monstruos que me venían a buscar por la noche; pero ahora huyo de los monstruos que se encierran en mí. Tengo miedo; miedo de que me pillen, y me transformen en su reflejo. 


miércoles, 20 de marzo de 2013

Desde mi cielo


Hay días en los que me pregunto que pasaría si decido fugarme de tu vida, sin avisar.
Puede que sea el momento, pero no puedo, soy demasiado egoísta. Te quiero para mí. Me gustaría decírtelo a la cara, pero soy demasiado cobarde.

Hoy he decidido que siempre te guardare un pedazo de mi corazón, por si te haces valiente por mí.



http://www.youtube.com/watch?v=732ju8LS6gM

domingo, 17 de marzo de 2013

Paraguas roto

¿Cuanto te llegan a doler las palabras? ¿Y los silencios?
Cual mariposa con alas mojadas, he dejado de volar. Cual día gris, he perdido la ilusión.
Poco a poco mi Sol se esconde detras de muros de hielo opaco y piedras duras.
Un jardin lleno de flores que con la lluvia pierden el color.
Unas palabras sin un orden aparente, pero que bien pronunciadas, duelen.
Un destino sin camino por el que guiarte.
Sueño sin llegar a dormir, sin llegar a soñar.
Dudo que hoy pueda sonreir.
Dudo que hoy te vuelva a hablar.

Todos mis sentimientos filtrados por el agua de la lluvia.
Estoy segura que hoy no podre dormir.
Se que hoy no voy a sentir.

jueves, 14 de marzo de 2013

Una estantería llena de ti


¿Sabes ese momento en el que ves una estantería que se aguanta por los pelos, pero que queda bonito donde esta?
A ti y a mí nos pasa una cosa parecida. Sí, fue bonito mientras hablábamos cada noche; mientras te metías en mi cabeza durante el entreno, y yo, esperaba impaciente el momento de acabar y poder hablar contigo.

La verdad, nunca pensé que pudiera pasar, y menos en aquellos días mientras nos apoyábamos el uno al otro.
Pero pasó, y ahora no se como hacer para que vuelvas a hablarme; como antes.
De repente; así, de pronto, la estantería cayo.

De pronto, un día no me miras, y te hablo y me cortas; me tiras los libros de la estantería que tanto me llego a gustar.
Esa estantería le daba a todo un aire más familiar, más acogedor; como si con ella, todo acabara de cuadrar.
Soy muy exigente con los muebles de una habitación, y en esa estantería que parecía perfecta guardaba cada noche, cada conversación, cada palabra que me decías.

Llegue a creer que podría arreglarla, o que simplemente era un efecto óptico el hecho de que se fuera a caer; pero no lo fue, y ahora quiero volver a colocarla donde estaba; quiero que volvamos a hablar, como antes, como tu me pediste y yo cumplí.

Ahora mismo, me gustaría volver a la tienda de muebles, volver a ver esa estantería única, y directamente, que estuviera nueva, así todos estos problemas innecesarios no estarían pasando.

Quiero decirte que me gustaría que me ayudaras a colocarla, si algún día tienes tiempo para mí.

viernes, 1 de marzo de 2013

1.3.2013

He venido porque quiero ayudarte, pero te tienes que dejar ayudar y querer. Tienes que aprender que soy de verdad. Soy esa sonrisa inesperada; esa persona que conoces desde hace mucho tiempo pero que no acabas de entender.
Últimamente, soy más cosas de las que creía ser. Soy unas palabras para animarte; un momento para callar; una mirada para  reírte; una canción para siempre soñar. 
Me conoces menos de lo que piensas, pero intento ser de verdad. Te ayudare cuando lo necesites, y estaré allí cual rápido rayo en una tormenta. Solo pídemelo; di que quieres que este hay, si no, no podré. 
                                                  Cuenta siempre con mi sonrisa.