domingo, 29 de diciembre de 2013

Camino de estrellas

Empieza por las estrellas de los pies. Son de mentira, pero hacen cosquillas igual.
Una pequeña ráfaga de aire se mueve donde antes estaban.
Va dando saltitos hacia la cintura, para encontrarse con un camino que le lleva a la parte baja del inicio de la constelación.
Una constelación aparentemente sencilla, pero que si miras atentamente descubres que posee pequeños destellos casi invisibles. Los va descubriendo mientras resigue aquel dibujo sin lineas.
Un temblor hace que todo el pequeño universo se mueva.

Paso a paso, la constelación se hace más y más grande. Ramificaciones la van completando.
Se expande por los brazos de manera desigual; incluso llega a rozar un dedo.

La constelación continua por el cuello, haciendo así un estrellado collar. Y sube hacia ambas orejas a la vez, pero en una se queda allí, como si hubiera una pared en ese rincón.
Por la otra se va a la cara, cruzando la mejilla y llegando, al fin, a una Luna creciente.

lunes, 16 de diciembre de 2013

¿Que llevas dentro de los manguantes?

A las tantas, se puso un jersey ancho y grueso. Justo como le gustan.
También se puso una bufanda de colores y un gorro gris; palabras coloridas;
y con sus botas naranjas, salió a caminar.

Dentro de los "manguantes" (esas mangas que son tan largas que las usamos como guantes), llevaba
casi de todo. De allí, podía sacar desde un abrazo a un pequeño ramo de flores, e incluso una pequeña estrella.

"Solo soñar", decían; pero al final no lo acabas diferenciando, te duermes despierto.
Ella era sonámbula, incluso hablaba dormida. Podías mantener charlas sobre lo que quisieras con ella, pero cuando despertaba, sus ojos se abrían de golpe, luminosos.
Te hablaba de soñar sin dormir, de viajar, de vivir, de volar lejos de esta gente que están más dormidos que ella.
De salir de casa, y observar a la gente gris pasar, y buscar a alguien de colores con quien poder soñar.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Ganas

Tengo ganas de escribir sobre ti y tu manera de hacer las cosas sin sentido.
Tengo ganas de explicar como miras con tus ojos el mundo, dándole un sentido irreal a todo lo que conforma nuestros esquemas.
Tengo ganas de enseñar como creas tu subrealidad y deshaces la realidad.
Tengo ganas de mostrar como transmites y haces sentir tus obras.

Tengo tantas ganas de contarlo todo de ti, que no sé como hacerlo.

domingo, 1 de diciembre de 2013


Te quiero.
Más que a todo eso que algún día desaparecerá, muchísimo más.

Sé que no suelo demostrártelo, y también sé que muchas veces lo he hecho mal, y sé que son escusas banales, lo sé.

Y lo que más sé, es que tu también me quieres, pues seguías aquí después de que me fuera con otra persona,
 después de gritarte que te podías ir; incluso después de irme tantas veces, seguías aquí.
Nunca te has ido.

Eres mi primera opción y nada lo cambiará, aunque quiera a otro, tu seguirás por delante.

Entiéndelo, o no lo entiendas, no todo lo que hago tiene sentido.
Bueno, casi nada tiene sentido.


Conversaciones silenciosas

No abras los ojos. No abras los ojos.

Creía que así desaparecería la oscuridad, pero con los ojos cerrados, se ve menos, aún.

Abrí los ojos poco a poco,  milímetro a milímetro.
La oscuridad dejaba de ser totalmente oscura, pero no más clara.

Ojos acostumbrados a esa luz,
nunca entendieron el escozor de mirar ojos bonitos.
Ojos que transmiten;
que se esconden para no ser descubiertos, mientras dicen verdades.
Ojos con luz propia; estrellas sin cielo, formando palabras que ni yo sé escribir.

Ojos que saben más de ti que tu mismo, y que demuestran más de lo que tu entiendes por sentir.

Ojos que hablan; que te dicen lo que no te quiero decir.