lunes, 7 de septiembre de 2015

A mí me gustan mis bragas

Estoy saturada.

Quiero tener un botón para apagar mis emociones y a la vez no tenerlo.
Desde que hice el mayor de mis viajes por el momento, que no he parado de vivir.
No estoy preparada para tanto en tan poco.
Quiero ir en bragas y camiseta por casa, relajarme escuchando música y tener tiempo para disfrutar de no hacer nada.

Quiero que no duelan cosas tan absurdas como llegar tarde, una canción desconocida en un coche de un desconocido que estas por conocer, unas palabras dichas de tal manera que tomen la forma de una piedra o un pensamiento de nube de tormenta que no pinta nada en tu lienzo.

Quiero bailar por casa, cantar con mi padre riendo de fondo porque no afino y mi hermano terminando las frases que aún no acaba de acertar.

Quiero desconectar mientras sigo conectada, y tanto es mi querer y tantas las cosas que quiero, que he llegado a casa, me he quedado en camiseta y bragas, y he puesto música que aún no conocía.
Aquí está mi comodidad.

Con tiempo, con quejas que no tienen sonido porque no son importantes, con la comida para uno haciéndose, con una canción que no habla de nosotros porque para eso ya estamos nosotros, para componer nuestro cantar.

A mí, me gusta estar por casa y quejarme. E ir en bragas. Me gusta.